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Siemens Gamesa inicia la fase final de su reconversión tras cerrar el problema de los minoritarios

Siemens Gamesa
Christian Bruch, presidente de Siemens Gamesa y CEO de Siemens Energy.

Siemens Energy pretende ganar en agilidad a la hora de establecer tanto prioridades como soluciones a la delicada situación que atraviesa Siemens Gamesa y que arrastra los resultados de su principal accionista. Para ello, la junta decidirá este martes dos cuestiones clave para el reflotamiento de la empresa española: por un lado, controlar el 100% de las acciones (posee el 98%) y, por otro, dotar a la empresa vasca del músculo financiero necesario para afrontar los importantes contratos que tiene en marcha.

En esta junta general extraordinaria de Siemens Gamesa, la segunda de este mes de junio, se propone una reducción de capital por la que los accionistas minoritarios venderán sus títulos al accionista mayoritario del grupo, Siemens Energy, a un precio de 18,05 euros por acción, en línea con el que se aplicó en la oferta pública de adquisición (OPA) de exclusión. Así, el mayoritario, que aglutina la actividad de la producción de energía de Siemens, se hará con el 100% de las acciones de la compañía española.

Aunque Siemens Energy aúna alrededor del 98% de las acciones de Siemens Gamesa, en torno a un 2,21% del capital persiste en manos de inversores privados, que no quisieron acudir a la OPA lanzada entre noviembre y diciembre del año pasado. Todo ello, con el objetivo de excluir a la empresa de la cotización bursátil y en la que el grupo alemán invirtió más de 4.000 millones de euros.

La operación, vista como necesaria, no bloqueará nada. De hecho, en caso de no aprobarse la reducción de capital, las acciones permanecerán en manos de sus accionistas actuales. Eso sí, la empresa perderá agilidad en la toma de decisiones clave como las que debate de la junta de este martes. Por su parte, la oferta se presenta para los pequeños accionistas como una última oportunidad para deshacerse de unas acciones que no podrán negociar aunque ganen valor con el tiempo (si el proceso de reconversión tiene éxito) en caso de que la compañía vuelva al beneficio y distribuya dividendo.

Mantener una acción ilíquida es difícil para el pequeño inversor, motivo por el cual todo parece indicar que el grupo alemán se hará, finalmente, con la totalidad de las acciones de la empresa vasca.

Sustento financiero

La asamblea de accionistas aprobará también un nuevo acuerdo marco de financiación de la empresa española. Según este acuerdo, Siemens Gamesa suscribirá dos préstamos con Siemens Energy Finance, por un importe conjunto de 4.000 millones de euros: uno de 2.500 millones y otro por 1.500 millones.

En virtud de este acuerdo ya se ha suscrito un préstamo por 250 millones de euros, así como otros dos por 748 millones de euros y 746 millones de euros, respectivamente.

La marcha de la empresa española, con importantes pérdidas en los últimos años, afecta seriamente a su matriz. Siemens Energy registró unas pérdidas de 189 millones en el segundo trimestre de su ejercicio (de octubre a octubre), por la mala evolución de su filial eólica Siemens Gamesa. Al cierre del semestre, el impacto negativo de la participada ha provocado que la compañía alemana presente unos números rojos de 787 millones, lo que supone un incremento interanual del 56,8%.

Y ello, pese a mostrar una excelente evolución de su cartera de pedidos que, entre enero y marzo creció el 56% con 12.300 millones de nuevos contratos que colocan su cartera por encima de los 100.000 millones de euros. Esa nueva contratación ha permitido a la compañía alemana aumentar el  23,8% sus ventas hasta superar los 8.000 millones.

La ola de renovables amparada por la nueva política europea hace que los fabricantes de equipos atraviesen, en términos de contratación, por un excelente momento. Los mercados de gas, las redes inteligentes y la digitalización de la industria, son los principales aunque el negocio eólico de Siemens Gamesa se haya convertido en una asignatura pendiente que la compañía alemana trata de revertir desde hace años.

No obstante, Siemens Gamesa mantiene un buen ritmo de ventas que, hasta marzo, aumentaron el 13,6% hasta los 2.438 millones. Sin embargo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) en el trimestre, fue negativo en 386 millones. Con ello, el resultado de explotación de la primera mitad de su ejercicio alcanza los 901 millones de pérdidas; más del doble que en el mismo periodo del ejercicio precedente.

Desde el punto de vista operativo, Siemens Gamesa presenta buenos datos: los nuevos contratos conseguidos en el primer trimestre de este año alcanzan los  3.643 millones. Con proyectos como a instalación de turbinas marinas en aguas del Reino Unido por 1.700 millones o los seis parques eólicos de Repsol (40 millones) que la compañía vasca equipará.

Plan Mistral

Los planes para sacar a la empresa vasca parecen estar claros. La empresa vasca tiene en marcha el denominado Plan Mistral que supone la baja de  2.900 despidos, 352 de ellos en España, tras un acuerdo alcanzado con los sindicatos.

Christian Bruch, presidente de Siemens Gamesa, además de presidente y consejero delegado de Siemens Energy, dio en septiembre del año pasado, un giro a la estrategia de la empresa española que supone un cambio de su modelo operativo. El objetivo es «maximizar el potencial de la compañía y permitir un crecimiento rentable a largo plazo a través de una estructura más sencilla y eficaz».

Esos se traduce en los 2.900 puestos de trabajo que reducirá en todo el mundo. Con el lanzamiento del programa, puesto en marcha en mayo, se inicia un proceso de reorganización, tanto para identificar sinergias en distintas funciones como para ajustar la capacidad de producción a las demandas del mercado.

En paralelo, Siemens Gamesa está inmersa en el refuerzo de sus «áreas de crecimiento en mercados estratégicos», como el mercado offshore.

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